Como salir de Marruecos por Melilla en moto sin pagar

Frontera Melilla MarruecosPrisa Mata Amigo

Esta es una máxima que tienes que aplicarte a ti mismo cuando quieras cruzas una frontera de Marruecos y mas si llevas vehículo como una moto, si demuestras impaciencia te devorarán, así que lo principal, ármate de paciencia, mucha cara y adelante, que si además tienes suerte lo mismo consigues no pagar nada. Piensa que es un juego y nunca te lo tomes como algo personal.

Cruzar la frontera de Melilla casi podría dar para escribir un libro.

Dicho lo anterior os relato como conseguí salir en mi último viaje en moto por Marruecos por la frontera de Melilla sin tener que pagar un extra a nadie. Aprovechando que mi barco salía a las 23.30 y llegué con antelación esta vez me prometí que no entraría por el aro, esta vez no.

Esto es aplicable si vas en un momento “normal”, en una semana santa, festividades o momentos de máximo transito aduanero te querrás arrancar los pelos si no pagas el impuesto de paso, que también será posible, pero tendrás que aplicar el principio x10.

El formulario de salida

Conforme me acercaba a la concurrida frontera, ya en el último tramo de calle, empezaba a notar que era observado, a la carrera te acompaña algún muchacho al son de “amigu” “amigu”… ni caso. Llega el momento en que te tienes que detener, parece que existe un orden y respeto acordado y cuando alguno se acerca a establecer contacto contigo, los demás se abstienen rondando sutilmente mientras vean que no lo mandas al carajo, en cuanto esto sucede llegará otro al instante (por si acaso te cae mejor). No se cansan, así que tampoco te canses tú, simplemente ignora con una sonrisa y como si oyeras llover, tu a lo tuyo.

Les seguí un poco el juego y conseguí el papelito de salida de la policía sin pagar y evitándome así ir a la garita, generalmente te lo dan (y te lo rellenan si pagas), saben que eso es solo el principio de un largo camino y que tarde o temprano te rendirás.

Lo del papelito tiene su historia, en teoría te lo tienen que facilitar en el lugar donde te sellan el pasaporte (puedes llevarlo impreso igualmente de casa… si lo aceptan), suele estar en la ventanilla y lo coges sin hacer cola pero misteriosamente no suele haber, los tienen todos “ellos”.

Ya con mi papelito, lo relleno tranquilamente y sin apartar un ojo de la moto hago la cola en la garita para entregarlo y que me sellen el pasaporte. No había demasiada gente. Primer trámite, el fácil, conseguido.

Toca sacar la Moto

Ahora toca lo difícil, la moto. Para ello es fundamental no haber perdido los papeles blanco y verde, dos de las tres copias que rellenaste al entrar, si no los tienes que Alá te pille confesado.

Creo que Melilla se ha ganado el premio últimamente a la frontera Marroquí mas corrupta, de vez en cuando se oye que desde las altas esferas han oído las quejas y han rodado cabezas… yo siempre veo las mismas podridas que te quieren sacar los cuartos.

Si quieres puedes salir sin hacer el trámite del vehículo, a veces ni prestan atención, pero piénsatelo mucho antes de intentar volver a marruecos, tendrás un serio problema y multa. Tu moto legalmente no habrá salido del país con lo que no puede volver a entrar. Me ha tocado lidiar con una situación similar, por culpa de una perdida de papeles de ellos, pero como afortunadamente siempre conservo los “papelitos blancos” han tenido que solucionarlo ellos.

En busca del primer gordo cabrón

Llevo mi moto con todos mis papeles y los de ellos casi a la salida acompañado de otro nuevo amigo, yo sonrío mientras me cuenta su vida. Me acerco a uno de los policías jóvenes para ver quien me tiene que sellar y dar conformidad para sacar el vehículo. Curiosamente, el joven se le ve impresionado y complacido y me señala al policía mayor y gordo de una garita, me dice que no me preocupe que el vigila la moto, que la puedo dejar ahí tranquilamente, tampoco me queda otra opción. Esto me da a pensar que entre el propio cuerpo policial hay dos facciones, los corruptos hasta la médula, los viejos y los que intentan cambiar esto (sin estresarse tampoco), los jóvenes.

Llego a la garita y le voy a mostrar los papeles al policía, este tan pancho me dice que espere con un gesto de mano y mueve sus sobrados kilos para salir con trabajo por la puerta lateral y marcharse. Ok, yo, armado de paciencia me preparo a esperar mientras veo como arrastra sus pies hacia el extremo de la aduana.

Ya pasado un tiempo sigo acompañado en todo momento de mi nuevo amigo, no se dan cuenta a veces que el silencio es oro. Constantemente me dice que le deje los papeles, que él lo soluciona, hasta que ya algo mas serio le pregunto que qué le pasa al gordo. “Nada amigu, está arreglando otros papeles de otros coches, yo te lo arreglo”. Claro, yo no había pagado aún y quizás los otros sí. Vale, pies para que os tengo, me marcho en busca del gordo. No estaba lejos, al encontrarlo le digo “Pardon” mientras le muestro los papeles, me lanza una mueca mirándome de reojo y sigue a lo suyo, yo me quedo a su lado… recuerda Antonio, paciencia.

Al rato parece que surte efecto mi actitud de sombra y se dirige nuevamente al otro extremo de la aduana donde estaba mi moto. Ya por fin verifica los papeles, que se corresponde con la moto, sella y firma el papelito verde y me los devuelve… voila!

Pero aún queda la mitad del proceso.

Por experiencia ya sabía que ahora hace falta que alguien se quede con el papelito verde y te sellen y firmen el blanco, y como no te lo van a poner fácil, obviamente no podía ser el mismo que te selló el papelito verde.

En busca del segundo gordo cabrón

¿ Y quién es ese ?, tenía la opción de preguntarle al gentil policía que me “vigilaba” la moto pero para algo sirvió el narrador infatigable que me acompañaba. El hombre aún tenía esperanza de sacar algo, como no habría mucha mas gente en la frontera, yo era su única opción. El pobre no sabía nada de mi promesa del día.

Le pudo la impaciencia e insistiendome que él me acompañaba (ya no me pedía los papeles) me indicó al tipo que tenía que buscar. Para ser honestos, fue él quien me llevó, yo no tenía ni la mas remota idea de donde acudir y resulta que el responsable de la hazaña de sellar el papel blanco estaba en la parte de la frontera destinada a la entrada a Marruecos apotronado en una silla de anea descansando también sus sobrados kilos de vejez. Cabe mencionar que para pasar a la parte de la entrada hay que “escurrirse” entre las vayas divisorias, pero tranquilos aquí nadie dice nada…

Ya junto al gordo, lo mismo. “Pardon?” le enseño los papeles, se hace el interesante unos minutos ignorándome y al rato coge los papeles sin mirarme, firma, sello y alá es grande! Misión cumplida! Se guardó el papel verde y a saber si hará su trabajo con él pero yo ya tenía mi papel blanco sellado y firmado y eso va a misa.

Con una sonrisa triunfal me voy para mi moto, le doy la mano al policía joven a la vez que le agradezco vigilarla y solo me quedó aguantar el lloriqueo del “amigo” para que le diera algo por la ayuda. Casi estuve tentado, pero recordé mi promesa. Lo siento amigo, otra vez será.

Ya era libre.

En este juego paticipamos todos

Hay muchas opiniones, tantas como experiencias, sobre si pagar o no pagar para cruzar la frontera. Todo depende de tu actitud, paciencia y tiempo. Cada frontera es un mundo pero en Melilla, lamentablemente, si pagas cuando hay mucha cola (o incluso si no la hay) tienes trato de favor, no por los gorrillas que hacen su negocio, si no por la propia policía que recibe su tajada del trato.

Pero ojo, si pagas, tu también fomentas que esto funcione así.

Una difícil elección en la que me reitero, el tiempo, la paciencia, el cansancio, timidez, inseguridad, etc, etc, etc. hace que cada ocasión sea única, como cada viaje a Marruecos! Y una frontera es una radiografía de como funciona un país…

No tengas en cuenta nada de lo que he escrito

Antes de terminar solo me gustaría aclarar algo, lo que he contado es único y valedero para esa vez. No se te ocurra pensar que otra vez será igual. La frontera de Melilla Marroquí es un caos y cada vez que voy me encuentro con situaciones y formas de organizar la frontera totalmente diferentes. No existe guía única, es un aventura.

Solo se puede asegurar cual es el objetivo. Tener tu pasaporte sellado y tus papeles del vehículo de entrada y salida en regla. Nada mas, el como… Insha’Allah!