Marruecos Abril 2017. Nador Tendrara Figuig Talsint Merzouga Alnif Tinerhir

Por fin de vuelta en tierras Marroquíes. Hacía ya 3 años que entre familia, trabajo, mudanzas e historias varias no había podido permitirme un viaje por tierras lejanas. Esta vez se confirmó la aventura con Carlos, que ya con sus años, se ha comportado con mas entereza de la que muchos “jovenzuelos” ya quisieran poder tener y es que el viaje ha sido duro, muy duro. 2400 kms de los cuales casi 2000 fuera de carretera en 7 días de no parar y en los que afortunadamente, salvo alguna que otra acrobacia con buen término, todo ha salido bien. El viento fuerte nos acompañó todo el camino, siempre en contra, en una especie de complot que no entendíamos, ya fuéramos dirección sur o norte, siempre lo teníamos de cara. Pero el calor ha sido llevadero aún en el desierto y la lluvia aunque amenazó en mojarnos los dos últimos días, nos respetó apiadándose de nuestro precario equipamiento.

Las motos sensacionales, era la primera vez que viajaba con una enduro, y la logística para transportar el equipaje ha sido eficazmente solventada con las mismas alforjas que equipaba en mi trail y unos pequeños errajes artesanales. No ha habido ningún problema mecánico, los consumos han rondado ambas motos en torno a los 5 litros a los 100 y el consumo de aceite mínimo. Pero tengo que admitir que aunque es mas ligera, para ir con equipaje, es mas interesante viajar con una trail ligera que con la enduro. El peso del equipaje y gasolina extra penaliza el comportamiento y no es posible disfrutar te todas las ventajas que aportaría una enduro pero si tienes sus desventajas como son una posible menor fiabilidad mecánica e incomodidad además de menor posibilidad de carga. Aunque está claro que si llevas coche de apoyo, con una enduro disfrutarás mas (y arriesgarás mas, ojo).

El coste del viaje ha sido económico. Para siete días hemos gastado cada uno 350 euros en marruecos incluida la gasolina, hoteles, comidas, varios, etc. Es cierto que los medio días hemos comido en el camino con dátiles y cuatro cosas que llevábamos en las mochilas, así que nada de festines. Los hoteles han sido muy modestos pero tampoco los mas económicos que encontrábamos (había opciones mas baratas pero…). A esto hay que sumar los 174 euros de ferry por cada piloto/moto (con vuelta en camarote de 2 literas) y el gasto en el transporte desde el norte hasta Málaga y vuelta. Así que pensad si preferís organizaros vuestro propio viaje o bien pagar 2mil euros (o mas) a las empresas que os lo organizan… Todo es cuestión de gustos/presupuestos.

Hay que incluir también en el coste del viaje todo lo relativo a dejar la moto lo mejor preparada posible: pastillas de freno, revisar kit de arrastre, cambios de cubiertas, aceite/filtro, etc y esto dependerá del estado de la moto de cada uno.

Jueves 13.

Nueve de la mañana. Carlos viene a buscarme a casa, con las motos bien atadas en el remolque salimos rumbo a málaga en el gran Toyota. Charlando de lo mundano y lo divino y también de motos no se hace tan pesado el camino. Siempre atentos a no incumplir ninguna regla de la DGT y no llevarnos ningún premio indeseable que nos encareciera el viaje, pero estos elementos cada vez lo ponen peor, nuestras carreteras parecen una feria con tantos carteles y señales (habrá alguno llevándose comisión por cada señal) y en lugar de conducir parece mas bien un test continuo de impecable comportamiento que no te deja disfrutar de un viaje tranquilo, pero esto es otro tema. Con el toyota y el remolque íbamos bien despacio. Llegamos a Málaga a las 22.00 y después de cenar, paso la noche con diarrea y sin dormir, regalo de virus gástrico que me traigo de casa, parece que los peques y mi mujer están igual, empiezo bien el viaje…

 


Viernes 14.

Preparamos todo para irnos pronto a comprar los billetes del ferry. Se me ocurre la buena idea de coger camarote para la vuelta, encarece 30 euros el billete pero tras una vuelta cansados de marruecos y viajando de noche son mas que justificables. Comemos en el bar del puerto, menú suculento por 9 euros, bocatas para la tarde/noche y a las 15.30 salimos para Melilla. 21.45 desembarcamos directos a conseguir dirhams en “Talento” y rápidos para la frontera. Sigue igual aunque con algunos cambios y parece algo mas ordenada, no había mucha gente y lo llevábamos todo preparado así que pasamos relativamente fácil, solo una pequeña “comosión” a un muchacho que ya conozco de otras veces pero que no habría sido necesaria, ya le he cogido simpatía. El trayecto al motel “Paris Dakar” (200Dh habitación y desayuno por persona) en Selouane se vuelve mas peligroso de lo esperado, nos salen al paso unos chiflados en coche que parece intentan atropellarse unos a otros y a los demás que van en la carretera, unos colgando por las ventanillas, otros medio cuerpo fuera en los techos abiertos, zig-zags, cámaras y luces, todo un espectáculo peligroso en el que somos protagonistas secundarios. Con un golpe de gas de la yamaha por el arcén de tierra de la derecha pongo distancia de por medio de un plumazo. Se qué el tráfico en marruecos no es fácil y hay que ir atento, pero esto es la primera vez que me pasa.

 

 


Sábado 15.

Por fin empiezan las etapas previstas. Salimos temprano, buen desayuno con zumo natural, unos kilómetros de enlace y pronto entramos en faena. Kilómetros y kilómetros de pistas por el plateau de rekkam. Nuestro destino Tendrara. En Aïn-Béni-Mathar Carlos tiene que repostar, pero la estación de servicio está agotada después de semana santa. Vamos al pueblo y preguntamos por gasolina y nos dan gato por liebre, la gasolina va mezclada con otra cosa y mas adelante le dará problemas a Carlos cuando enlazamos por carretera a Bouarfa para dormir, afortunadamente el problema no se dio en mitad de la nada. En una estación de servicio solventamos el asunto. El recorrido espectacular, ríos de arena, pistas rápida, otras lentas y técnicas, saltos, badenes, todo mezclado en un comienzo para calentar exigente. Con recelo inicial por ver como aguantan los inventos en la moto con el paso de los kilómetros cogemos confianza. Las motos van de fábula. El hotel en Bouarfa decente aunque en mi opinión caro para la calidad que ofrecía, 250Dh habitación y desayuno por persona. La otra opción eran 30Dh por cama en hotel de mala muerte en el centro del pueblo, ya lo he probado y para lo cansado que íbamos y dejar las motos en la calle nos pareció mejor la opción “cara”.

 


Domingo 16.

Etapa muy bonita. Desde Bouarfa regresamos a Tendrara para adentrarnos en el Chott Tigris, primer contacto serio con la arena y primera acrobacia de Carlos, las pistas discurren por ríos y bancos de arena. Carlos, cansado de degustar el polvo que lanza la rueda trasera de mi WR decide tomar la iniciativa por la izquierda pasándome la Suzuki como si llevara pólvora en el cilindro… a los 5 segundos su imprudencia lo lleva a salirse de trazada y parar en seco voltereta incluida de moto y piloto con un banco enorme de arena. Impactante la imagen de ver la rueda trasera de la drz aparecer a dos metros del suelo sobre una enorme nube de polvo. Me temí lo peor pero al ver que se levantaba del desastre sano y salvo no pude parar de reir, menudo acróbata! La aventura le salió económica, solo un espejo roto, la llave doblada, arena en el contacto de arranque y la cadera tocada pero nada que no pueda solucionar un buen antiinflamatorio. Atravesado el Chott Tigris vamos dirección a Ich por carretera para coger un tramo que parece sacado de la luna que nos llevará a Figuig. Primer control militar, teníamos nuestra ficha impresa preparada, todos contentos y a seguir ruta. Decir que este es uno de los tramos mas espectaculares de Marruecos para hacer en moto y en esta época del año que asoma el verde en el desierto ofrece unos contrastes y paisajes increíbles. El hotel en Figuig aceptable, en la misma línea, baño asqueroso y roto pero se podía dormir, no había mucha mas opción. Desayuno y habitación 200 Dh / persona.


Lunes 17.

Salimos de Figuig con destino a Talsint. A los pocos kilómetros cogemos la pista militar (otro control) para salir a Mengoub, carretera un tramo y volvemos a pista dirección noroeste hacia Anoual. Pista muy bonita y entretenida, se puede correr mucho y está en muy buen estado, me gusta mas la versión sur hacia Beni Tajite. En el almuerzo realizamos un intercambio cultural. Una familia en mitad de las piedras de las montañas nos invitan a té y pan, nosotros le regalamos dátiles y caramelos, no hablan nada de Francés y la comunicación es escasa pero no faltan las risas. Cerca de Anoual ya llevábamos mas carretera de la deseada y lo que restaba hasta Talsint también era por asfalto así que decido investigar el topográfico y encuentro una pista  marcada que evita toda la carretera. Como ya era tarde y no sabía cuantos kilómetros podía tener la pista vamos al pueblo a ver si conseguimos gasolina para Carlos. Nos encontramos con 3 Italianos con XR650 muy modificadas y a mi intender un poco inconscientes, eran mas de las 17 y pretendían llegar si o si a Merzouga, cargados como mulas, además se paran a comer tranquilamente. La única posibilidad de gasolina en el pueblo es de garrafa, Carlos se niega en rotundo, yo le insisto que no queda otra, pero al final se sale con la suya, los italianos acaban con toda la que quedaba y no tienen el detalle ni de dejarnos un par de litros. Aún así decidimos explorar la pista, si le falta algo de gasolina ya le dejaría yo de mi depósito que llevo de sobra. Resulta una pista muy bonita, con mucho sube y baja, en tramos no concuerda con lo que hay dibujado en el topográfico del gps y hay que utilizar la navegación/intuición. El resultado es para incluirlo como pista en mi libro de rutas por marruecos. Ya en Talsint nos vamos al hotel que conozco, esta vez han añadido cemento entre los escalones de entrada al patio, antes era una aventura entrar las motos. Habitación, cena y desayuno por 200 Dh/persona pero en la habitación tuvimos que utilizar sacos, no había sábanas y parecía que ya habían dormido 100 allí sin cambiar nada. Hay un nuevo hotel en la ciudad que decidiremos probar el próximo día.


Martes 18.

Talsint – Merzouga. Nuevo Etapón. Por la mañana desayunando nos llevamos la sorpresa, el dueño del hotel nos cuenta que anoche tres Italianos (casualidad?) tuvieron un accidente y estaban alojados en el hotel de al lado. Uno de ellos lo habían tenido que trasladar al hospital en ambulancia bien lejos, cerca no había nada. Nos acercamos al hotel antes de partir y resulta que eran los italianos de Anoual. Uno de ellos se había partido la clavícula en una caída y el viaje de 2 semanas se les acabó en el segundo día. Está claro que abusar de kilómetros y las prisas son malas consejeras en Marruecos… Nosotros después de un lo sentimos mucho y despedirnos continuamos con nuestro destino, Merzouga. Desde Beni-Tajite hasta Boubnib pista al principio rápida y luego muy interesante con un paso de montaña de piedras y escalones divertido. Luego clásica dakar, de las mejores pistas para entretenerse incluidos ríos con escalones, bajadas de infarto que mejor llegar con los frenos bien cogidos y el final con el río de arena y paso de dunas para llegar al hotel. El viento nos machacó en esta etapa y si ya de por si la arena es dura para los motores con el fuerte viento nos agotaba el doble. Carlos llegó a temer por la integridad de su drz por ir tan forzada pero llegamos sanos y felices a Alí el Cojo. La cena estuvo mal aunque el desayuno lo compensó algo y la habitación al estilo Merzouga, por lo menos limpia y muy amplia. Mi yamaha partió un soporte por culpa del ojal de agarre del subchasis que partió una pletinita, la reparación fácil y rápida a la mañana siguiente en el soldador del pueblo.


Miércoles 19.

Aún sabiendo que me podía pasar factura, después de solucionar el problema del soporte de la alforja y antes de desayunar me permito el lujo de subir la gran duna que está frente a alí el cojo. La arena, con la ventisca del día anterior y los calores que están empezando a hacer, estaba mas blanda de lo que recordaba y tuve que retorcer el acelerador de la wr al corte del motor para poder llegar arriba en un segundo intento. Los bi-andantes turistas del desierto, madrugadores para la salida del sol, miraban perplejos y algunos creo que molestos por el atronador rugir de mi yamaha, a mi me encanta. Carlos se reserva para la jornada (y hace bien), la gran duna “no le interesa”. Para este día tenía varias alternativas y una ruta exploratoria trazada sobre el google maps a mano atravesando el atlas. Después de meditarlo elegí creo la mejor opción, algo mas corta que mi idea inicial pero no menos interesante que me permitía ahorrar algunos kilómetros y complicaciones para poder adentrarme con mas tiempo en el tramo exploratorio. Aún así, llegamos bastante tarde esa noche al hotel. Desde Merzouga hasta cerca de Alnif las pistas son típicas del desierto atravesando grandes causes secos de ríos que alguna vez llevaran agua y ahora son cúmulo de arena y fes-fes, divertidos y exigentes. Atravesamos grandes llanuras de piedra y contemplamos la basta extensión de tierra desde alturas en paisajes apocalípticos. El viento, hoy también protagonista, entorpece enormemente el avance y por momentos parece que entramos en una tormenta de arena. La suzuki de Carlos se revela en Fezzou donde repostamos agua y gasolina (de garrafa) y tenemos que reparar pinchazo en la rueda delantera. Queríamos irnos rápido pero Marruecos nos vuelve a enseñar que si tienes prisa, te esperas. Reparamos con la ayuda local y continuamos ruta. Para acortar hacia el tramo exploratorio del atlas vuelvo a utilizar el topográfico del gps y nos adentramos en pista desconocida, nuevamente es necesaria la navegación, las pistas desaparecen y aparecen como les viene en gana. Conseguimos salir cerca de donde inicio la subida al atlas, le pregunto a un local si conoce la ruta que pretendo investigar y me indica que no, que por allí no se puede, yo lo insisto que si, que lo voy a investigar y me hace una señal como que no se hace responsable de lo que nos ocurra… ok, allá vamos de todas formas. El tramo resulta ser espectacular, empieza zigzageando en el lecho del río cruzando núcleos de casas que creo es la primera vez que ven motos de este estilo por la expresión de sus caras y cuando ya el río empieza a cerrarse la pista sube vertiginosamente a las montañas en caminos colgados de las paredes apoyados en piedras que asientan el terreno para que no se caigan. Parece un camino muy bien mantenido y es un placer para los sentidos circular por ellos, sobrecoge la magnificencia de las grandes montañas que nos rodean y nos sentimos como invitados privilegiados de tal magnífico espectáculo. Salimos de la pista casi sin ganas que se termine y ya cogemos tramo hacia Tinerhir (gargantas del todra) para buscar hotel. Este último tramo lo están asfaltando y se me hace pesado, alterna pista dura con obras y gravilla, en breve (unos años a ritmo marroquí) será carretera. Atravesamos las gargantas empezando a anochecer y unos 40 kilómetros después nos paramos en un albergue muy simpático y económico. Buena charla con los muchachos y estupenda cena. Realmente muy económico, habitación, desayuno y cena por 150Dh por persona.


Jueves 20.

Ya vamos de vuelta. Nuestro destino hoy vuelve a ser Talsint. Me habría gustado buscar una vuelta mas diferente pero no tuve el tiempo suficiente. Aún así el resultado ha sido muy satisfactorio. Seguimos en pleno Atlas, con un tramo inicial de carretera de montaña pronto nos adentramos en elevadas pistas perdidas con tramos de ríos y alguna que otra pista fantasma que nos cuesta encontrar. El Atlas nunca defrauda y los paisajes sobrecogen, te das cuenta de lo pequeño que somos en este mundo. Carlos no para de repetir que prefiere la montaña al desierto cada vez que paramos con una expresión de complacencia. Hoy también sufre una caída pero sin incidentes, la suzuki a veces se revela. Avanzamos a buen ritmo hasta Er-Rich. Aquí el tiempo amenaza agua, tomamos té y dátiles como de costumbre al medio día, gasolina y continuamos en busca de la pista que nos llevará a Talsint. El destino es caprichoso y justo cuando estamos llegando al inicio de pista empieza a llover, paramos al resguardo de una casa del camino con tal fortuna que el vigilante de las “antenas” y paso de carretera nos invita a té y pan en su choza. Los funcionarios marroquíes viven bien aunque al hombre se le veía muy aburrido en su puesto y con ganas de charla. Aprovechamos el tiempo de lluvia para un nuevo intercambio cultural, fotos, risas, té. Muy simpático el señor. Yo tengo mis dudas si continuar tal como estaba el tiempo por pistas hasta talsint o bien hacer carretera hacia otro pueblo mas cercano a la frontera siendo cauteloso para la vuelta del día siguiente a casa pero Carlos, hombre de alma intrépida, me convence para que continuemos… inshallah! Así volvemos a los últimos 100kms de pista hacia talsint. Igualmente muy entretenidos y rápidos, muchas curvas rápidas y lentas y cambios de rasante. Llegamos a Talsint a buena hora y veo que mi rueda delantera pierde aire… esta vez probamos el nuevo hotel. Por 50 dh mas, la calidad es mucho mejor y se puede dormir sin saco pero es triste ver que aún siendo “nuevo” los detalles de marruecos se dejan ver en todos lados, nada bien acabado, tuberías atoradas y dejadez en todos los detalles. Por lo menos comimos y dormimos muy bien.

 


Viernes 21.

Día de vuelta a casa. El ferry en teoría salía a las 0.30 así que teníamos tiempo para los 400kms que nos separaban de la frontera. Para evitarnos 40kms de carretera nuevamente utilizo el topográfico para trazar una directa y resulta una pista muy entretenida, rota en muchas partes pero posible de avanzar con motos. En 4×4 habría sido otra historia. Luego nos esperaba el plateau de rekkam. 150kms de interminables pistas donde Carlos vuelve a caerse un par de veces, en la última se hace algo de daño en el hombro pero es un tío muy duro y siempre sigue pa lante. Los últimos 200kms son de carretera, mas viento y algo de lluvia. Cruzamos la frontera sin muchos problemas, aunque había cola de coches, las motos siempre pasan primero. Esta vez tampoco pagamos impuesto de paso. Lo primero vamos al ferry a hacer el check-in y nos enteramos que con suerte iba a salir… pero tarde… y tan tarde! hasta las 4.30 estuvimos bajo el techo de la zona de embarque pasando el tiempo como pudimos, charlando con unos y otros moteros de mentiras y verdades. El temporal había ocasionado muchos problemas en las líneas marítimas. Afortunadamente teníamos camarote, ningunos 30 euros han sido tan bien invertidos. Dormimos como bebés aun cuando el barco parece que tubo bastante movimiento.


Sábado 22.

Aunque teníamos pensado volver el mismo sábado hacia el norte, el retraso del barco trastocó nuestros planes. Pero no hay mal que por bien no venga. Llegamos a casa de mi madre al medio día, comemos en un bar local y por la noche nos pegamos un homenaje de pescaitos a la brasa en las costas de mi málaga querida. No se puede pedir mas.


Domingo 23.

Hoy si, toca volver. Amarramos motos y carretera y manta. La vuelta igual que la ida, entretenida, con Carlos siempre hay tema de conversación. Nos volvió a fastidiar la puñetera DGT que ahora nos regalaba una “campaña especial de control de velocidad”, los paneles te lo recordaban por todos lados. Después de circular con tanta tranquilidad por Marruecos nos resultó aún mas agresivo el despropósito de tanta señal y panel al que nos someten. Parece que eres un delincuente por solo querer circular tranquilamente por este país. En fín.

 


Finalizar con un enorme GRACIAS a Carlos. Magnífico compañero de viajes que con sus años ha sido capaz de seguir el exigente ritmo de la ruta que había preparado. Todo ha salido mejor que bien, con los justos percances para darle sabor a la aventura. La ruta diseñada magnífica, cada vez prefiero mas el Este de Marruecos y olvidarme del resto. La gente es mas cordial, menos agresiva y mas amable. Espero repetir sin dejar pasar tanto tiempo para la próxima aventura.