Viaje Trail. Marruecos Oriental. Conociendo el este con acompañante.

Partiendo para Marruecos

Partiendo para Marruecos en el Ferry de Málaga a Melilla

He realizado numerosos viajes por Marruecos y he estado por casi todas sus regiones aunque esto es relativo, sería pretencioso asegurar que se conoce un lugar por el simple echo de haber pasado fugazmente sobre dos ruedas avistando por el rabillo del ojo sus gentes, olores, sonidos, geografía… aunque si que es cierto que circulando en moto la radiografía obtenida deja un conocimiento, aunque siempre subjetivo, bastante certero de la idiosincrasia y “forma de vida” de cada lugar, pero este es otro tema que me gustaría tratar en otro momento con mayor profundidad.

De toda la inmensidad del país magrebí la menos conocida para mi y creo que en general, la cada vez mas olvidada desde el cierre hace muchos años de fronteras con Argelia son las regiones orientales. Con su extremo en Figuig y atravesando el Plateau du Rekkam resulta una región formidable, no tan turística como el masificado Merzouga y típicas rutas por el Iriki.

En este viaje pretendía llevarme un mayor conocimiento de estas tierras y su diferencia con el resto de regiones de Marruecos. Ha resultado un viaje íntimo y muy humano. Aprovechando las herramientas de comunicación que nos facilita Internet (couchsurfing) pudimos contactar con personas del lugar y hospedarnos en sus casas. Hemos podido experimentar la vida del día a día en humildes familias, casas de extranjeros en misiones de alguna organización USA, otros hospedajes no tan altruistas y un sin fin de experiencias vividas en 11 intensos días.

Ruta Diciembre 2012

Marruecos Oriental: Nador – Fez – Missour – Figuig

La moto del viaje: mi querida BMW G650X Challenge, no me voy a repetir en sus bondades, equipada con maletas rígidas de 41 litros heredadas de mi antigua ktm 950 Adv, un petate y mi novia que como en todo viaje su culo aguanta estoicamente la tortura de un viaje off-road en una trail monocilindrica de pretensiones (escasas) endureras. El presupuesto, como últimamente, escaso, por ello el fin de disfrutar de la hospitalidad local cumplía eficazmente una doble función.

La planificación del viaje me llevó su tiempo, buscando infinidad de tracks en internet y amigos conseguí conjuntar un puzle difícil a prior en el que congenié los pocos hospedajes ofrecidos por las familias locales y los escasos hoteles para evitar, esta vez, hacer acampada libre.

Todo un éxito el track logrado, mezclando infinidad de diferentes terrenos y paisajes, gran cantidad de kilómetros off-roads pero sin excesiva dificultad que nos permitiera su realización a dos en una moto bastante cargada. También cumplimos con un objetivo cultural, visitando algunas importantes ciudades: FezFiguig. Esta última me sorprendió sobremanera.

Ha sido un viaje inolvidable, la calidad humana encontrada ha sobrepasado cualquier expectativa, si es que había alguna, pues mientras mas se viaja mas abierto estás a encontrar y ver las bondades que te rodean eludiendo los prejuicios y aceptando lo que te ofrece cada día como algo fantástico y único.

En las próximas entradas iré narrando las anécdotas del viaje…

Familia de Missour

Familia que nos acogió en Missour

Sigue la crónica.