Marruecos Oriental (IV): Moto Trail Off-Road, Missour, Talsint, Figuig

Preparando Nocturna en moto16-17 de Diciembre 2012

Trail Nocturna a Talsint

Cuando se circula de noche hay que extremar la precaución. Nos entretuvimos demasiado el día con los amigos en Missour y nos tocó hacer gran parte del recorrido sin el astro rey. La idea era llegar a Talsint y finalmente lo logramos.

Conforme nos alejábamos del poblado la luz se hacía mas rojiza, afortunadamente circulábamos dirección contraria a la puesta. Tenía cierta intranquilidad en el cuerpo, generalmente no me importa transitar de noche, es mas, me gusta, pero esta vez no iba solo, llevaba acompañante y bastante equipaje y nos enfrentábamos a muchos kilómetros a oscuras en pistas que no conocía y no sabía que podía encontrarnos y eso en Marruecos es decir poco. Dudé por buscar alternativa por carretera asfaltada pero finalmente, sabiendo que Anne no se achanta fácilmente nos envalentonamos por las pistas confiando en las estrellas.

Atarceder camino de TalsintLos aproximadamente 100 kilómetros que nos separaban de Talsint se hicieron largos. Salvo la primera hora, todo lo demás fue encomendado a la buena luz de mi gran faro del que ya hablaré en otra ocasión. Algunos tramos apurados obligaron al paquete a bajarse para dejarme incursionar en terrenos mas agrestes y encontrar la buena senda, de noche los difusos caminos se pierden a la mínima que les des cuartel. Finalmente incluso me divertí pero solté cierto suspiro de alivio al ver que el tramo final era carretera y agradecido de no haber tenido ningún contratiempo… un simple pinchazo habría sido una faena.

Lo mejor del trayecto la iluminación nocturna que ofrecía la luna a tres cuartos que nos regalaba una emoción especial en los momentos que paramos para escuchar el silencio. Compensó el no puder disfrutar del paisaje y es una parte que dejo pendiente para en otra ocasión recorrer de día.

Hotel/Motel en Talsint

Jardín Hotel de TalsintTalsint ya lo conocía y paramos en el hotel del pueblo que prospera gracias al turismo del motor. Es un hotel/motel/albergue/queseyo relativamente caro para lo que ofrece en una zona tan oriental en Marruecos, no es Merzouga. Por 20 euros por persona tienes habitación, cena y desayuno. No es caro para una economía europea pero la calidad deja bastante que desear. Lo peor la ducha como suele ser costumbre, hace un año cuando pasé por aquí por lo menos funcionaba, mal, pero lo hacía. Esta vez ni siquiera eso, nos tocó bajar a la ducha de los dueños, saliendo por la calle con unas temperaturas cercana a los 0 grados y atravesando todo el salón del bar donde vitoreaban la comitiva del pueblo los goles de algún equipo de fútbol europeo. Menos mal que Anne es todo terreno y se lo tomó con filosofía 🙂

Lo bueno del motel es el jardín. Te permite meter dentro las motos y si tienes tiempo realizar los apaños mecánicos necesarios para proseguir la aventura, eso si, para acceder a él tienes que “ganartelo” consiguiendo subir los 4 escalones del acceso y colar por la puerta de justo la anchura del manillar… de las normas ISO, seguridad y tal me río yo aquí.

Aunque cutre, el hotel es un oasis en mitad de la nada para poder descansar tanto máquina como viajeros. Además teníamos a ¡nuestro acompañante naranja!

Saliendo del hotel de Talsint Guardián Nocturno

Rumbo a Figuig

Desierto camino de FighigEste día tenía ganas de moto y superó todas las expectativas. Era la primera vez que iba tan hacia el este y sur de Marruecos, directo a territorio Argelino aunque ahora pertenezca a Marruecos, pero cuando llegas a Figuig respiras otra atmósfera diferente. Eso si, repleta de militares, es la frontera.

El tramo de Talsint a la fantasma estación de tren de Megoub no tiene grandes sorpresas salvo los cada vez mas impresionantes paisajes abiertos entre las hileras de montañas. Lo interesante comienza de Mengoub hasta la carretera de Bouarfa a Figuig en lo que era una antigua pista militar “prohibida” paralela a la frontera con Argelia perfilada perfectamente por otra franja de montañas. Este tramo es custodiado en su punto este por militares que gentilmente te piden la documentación.

Zanjas camino de FighigLa pista prohibida resultó muy divertida, en tramos incluso algo difícil debido a la gran cantidad de peso que llevaba en la moto entre equipaje y acompañante pero es un terreno que yendo solo invita a disfrutar pero con cautela. Discurre en un valle donde vierten sus aguas las montañas colindantes que aunque en pocas ocasiones cuando lo hacen destruyen y surcan el terreno de cauces de aguas torrenciales que literalmente socavan y eliminan partes del camino que según el buen hacer de los “ingenieros de camino” y obreros estarán mejor o peor reparados cuando pases. Así que ojo si ha llovido antes, por que puede ser un tramo complicado. En lo que me tocó la suspensión trasera conoció a la perfección sus limitaciones en todos los aspectos y las pastillas de freno redujeron drásticamente su vida útil.

Bmw G650X Challenge con maletas Bmw G650X Challenge con maletas Montañas Fighig
Pista militar "prohibida" Pista militar prohibida Mengoub

Figuig y nuestros amigos yankis

Amigos americanos de FiguigSuperada la pista prohibida el tramo hacia Figuig es una tranquila carretera de muy buen asfalto. A un kilómetro del pueblo nos recibe amablemente el militar que nos pide los papeles por nuestra seguridad. Y a la entrada del pueblo esta vez es la policía la que nos detiene, estos creo que cobran peor sueldo, son bordes, les doy los papeles que me piden y sigo mi camino.

Nada mas entrar nos topamos con una manifestación, al principio la verdad no sabía si era un funeral o que carajo era aquella congregación de gente. No me imaginaba que en marruecos se manifestaran. Pero así era, no me quedó claro el motivo aunque lo pregunté pero tenía que ver con algún impuesto que iban a aplicar a los comercios… ¿ o era al transporte o la gasolina ? Está claro que en todos los estados nos putean y en Marruecos, aparte de la dictadura monárquica no se iban a librar de la dictadura mercantil. Veremos.

BMW G650X en FiguigCon algo de calor llamo a Tom: Hi Tom! … how are you! … Fine! I’m here in Figuig … bla bla bla … great! Me indica donde nos espera y allí conocemos a Tom y su mujer Jessica. Nos pusimos en contacto con ellos por CouchSurfing y serían nuestros anfitriones en Figuig por dos días. Me resultaba curioso pensar que estaríamos en Figuig hospedados en casa de unos americanos. ¡Qué caprichoso es el mundo!

Tom y Jessica son unos voluntarios de una organización estadounidense de integración de culturas o algo así. Es algo que EEUU hace con muchos voluntarios y básicamente les paga la estancia en diferentes zonas de Marruecos (y en todo el planeta) durante aproximadamente 2 o 3 años para que se integren, conozcan las costumbres del lugar, le envíen rutinariamente informes de su integración y sean la bandera amable y encantadora de EEUU en el mundo. ¿ No os suena a cosas de espias ? Obviamente ni Tom ni Jessica lo son, pero su función muestran claramente la forma de actuar de la potencia mundial, guste o no guste, ahí no entro, pero que listos son estos americanos.

Habitaban de forma humilde en una casa del Kasbah original de Figuig por la que pagaban al cambio 80 euros mensuales en tres plantas de adobe, cemento y paja carente de todo lujo. Realmente ponían énfasis en integrarse en la forma de vida del lugar. Nos tenían preparada la habitación y una estupenda cena donde no faltó el appel pie.

Ciertamente fue un gran recibimiento. Pero de ellos, Figuig y otras anécdotas os contaré en el siguiente post.

Objetivo Figuig Conseguido!

Cena americana en Figuig Habitación en Fighuig Interior casa de Figuig

Sigue la crónica.