Marruecos Atlas 2010. Un final inesperado.

He estado dudando si finalmente realizar un relato de mi último intento de viaje o dejarlo en el tintero. Finalmente creo que es merecedor, por el entusiasmo con que se preparó, de narrarlo aunque el final del mismo no haya sido el deseado. Creo que es justo, además de las buenas experiencias, contar las no tan buenas, las cuales a fin de cuenta siempre te regalan una enseñanza aún en la fatalidad… y nada en esta vida ocurre por que sí.

La idea del viaje surgió al leer la crónica del aventurero Tmoto (http://www.tmoto.es/). Me valió para ver que otro tipo de viaje por marruecos al habitual de dunas y desiertos puede ser muy interesante. Además el gusanillo de viajar crece con cada viaje y la necesidad cada vez mas imperativa de desconectar de las obligaciones cotidianas propiciaron la fecha definitiva: el inicio de Julio.
Este es quizás el viaje que mas he planificado y elaborado y curiosamente el peor parado, ironías de la vida, pero esto es tema para luego. Busqué tracks y posibles rutas, planifiqué los itinerarios posibles para cada día y posibles lugares para dormir, preparé la moto con todo lo necesario y a conciencia, herramientas, tienda, estudio de la climatología posible pero… oscuras cuerdas que tejen el destino, también ha sido el viaje que mas me ha costado y problemas he tenido para preparar…

La idea inicial consistía en una vuelta circular partiendo y llegando a Melilla, entre otras cosas por que me pilla al lado de casa el puerto de málaga y cada vez me pesan mas los tediosos kilómetros de mero trámite hasta y desde algeciras/tarifa (terribles en algunas vueltas). Por otro lado quería bajar por el Plató de Rekkam y de regreso visitar el parque natural de Taza, así que Melilla, aunque bastante mas caro el Ferry, compensaba por los kilómetros que me ahorraba (¡casi mil!). Aparte de estos lugares el plato fuerte consistía en el Atlas donde planeaba visitar sus gargantas, circos, valles y altas montañas donde pretendía, si así la circunstancia lo permitía, coronar el M’goun segunda cota mas elevada de Marruecos, quizás una locura con nuestras monturas.

Ya solo me faltaba el compañero y aunque inicialmente estuve tentado de realizarlo en solitario, la prudencia, los amigos y el sentido común por las zonas tan inhóspitas por las que iba a transitar me hicieron volver a la cordura. Llamé a Luís y pronto también se entusiasmó con el viaje así que ya tenía compañero… un grandísimo compañero.

Mi única preocupación entonces era la temperatura en marruecos pero depués de leer y preguntar a otros viajeros me tranquilicé, calculé unos 25/30 grados en el plató y entre 15/25 en el atlas, solo quizás a la vuelta por taza superarían los 30… y por lo que pude ver así parecía que iba a ser.

El sábado por la mañana inicio el viaje, me dirijo al ferry acompañado de varios amigos que bien les gustaría poder acompañarme. Me esperan casi 8 horas de travesía… con la charla y la cocacola casi se me escapa la partida y llego en el último minuto ganándome una pequeña reprimenda de los operarios. Ya en el ferry paciencia, litera y relax, es bonita la sensación de salir de puerto con el aroma de la brisa marina golpeándote en la cara. Llegamos puntuales al puerto de Melilla donde rápidamente me preparo para salir el primero, la mayoría de los pasajeros están entretenidos con el España – Paraguay, mi objetivo es pasar rápidamente la aduana para hace los mas de 100kms que me restan hasta reunirme con Luís.

Con todo, mi gozo en un pozo, aún habiendo llegado mucho antes que toda la tropa la incompetencia e inoperancia de la aduana Marroquí me hizo esperarme hasta que quisieron, no querían trabajar, empezaron justo cuando llegó todo el mundo, malditos… Finalizado todos los trámites veo que el tiempo se pone muy feo, relámpagos en el horizonte, llovizna y la noche me había atrapado por completo así que aún con calor me pongo el chubasquero y emprendo el camino. La penuria de la aduana no le restó un ápice del agradable sabor de emprender el viaje ya en suelo Marroquí.
Fue un tramo difícil hasta encontrarme en la estación de servicios de Taourirt, tal como amenazaba el horizonte todo el camino fui escoltado en ambos flancos por cegadores relámpagos y un viento racheado muy comprometedor y ya no digamos de los amigos marroquíes con sus hábitos de adelantamientos temerarios y demás hazañas viales. Por momentos incluso pensé en detenerme por si era arriesgado circular así y que me pudiera caer un rayo!!, pero que diablos tenía, que llegar.
Ya tarde me reúno con Luís que me esperaba desde hay ya algunas horas, cenamos en el muy recomendable restaurante y dormimos en la lujosa suite que nos preparamos a conciencia. En este punto destacar algo sobre las tiendas de campaña, siempre mejor que sean auto-portantes y no precisen de anclajes para su sostén sino hay que andar haciendo peripecias…

Y llegó el día real del inicio del viaje… y también el día de su final. Nos levantamos temprano, desayunamos, preparamos y partimos con el alma hinchada de ganas de aventura. Tocaba explorar, el ir a dormir a Taourirt nos desviaba ligeramente del track teórico original y en vez de volver por carretera a enlazarlo decidimos investigar por ríos y posibles caminos bajando en dirección a la línea dibujada en el gps. El primer intento un auténtico fracaso, el río literalmente nos engullía y tuvimos que volver a investigar otras alternativas, luís realizó un simulacro de enduro con trail cargada hasta las trancas que casi le costó un disgusto… yo mientras disfrutaba, esperándolo, de la deliciosa agua fresca que me regalaron unas aldeanas de la zona, pobre luís como sudó!! Nos indicaron una posible alternativa y allí fuimos directos al fatídico desenlace… después de un tramo de carretera cogimos un carril que prometía según se divisaba a lo lejos y habiendo recorrido tan solo 500 metros… zas! patinazo de mi rueda delantera en la zona mas sencilla posible en un camino de tierra, inexplicable.

Por mucho que le di vueltas a la cabeza no he llegado a comprender exactamente lo que pasó, una mala piedra, mucho peso de gasolina en el depósito, una pequeña rodera invisible… hipótesis muchas pero el resultado uno. Después de la caída me temí lo peor, los rasguños y quemaduras en la espalda no me preocupaban pero el fuerte impacto en el muslo derecho me destrozó la moral, ya he tenido experiencias de golpes en la misma zona y como en las anteriores el desenlace de una hemorragia interna me obligó a montar dirección Melilla lo antes posible y abortar todo el viaje.
Ya en Melilla, y una vez duchado en el hotel decidí ir al hospital donde desgraciadamente ocurrió lo que siempre sucede, tocaba tratar nuevamente con la incompetencia, esta vez, de algún que otro doctor/a que por simplemente tener un título se creen en un estado cercano a la divinidad y no se dan cuenta que son igual de mortales y a veces mas necios que cualquier otra persona mundana… pero esto es otro tema aparte. Afortunadamente sigue habiendo también grandes profesionales en el gremio y finalmente, aunque algo tarde, se encauzó todo por donde se debía.
Pasé la noche en el hospital y el lunes cambié el billete de ferry para volver rápidamente a casa… otras 8 horas inacabables.

En todo este periplo final quiero agradecer enormemente el fantástico comportamiento del Luís que en todo momento estuvo a la altura y mas de las circunstancias, prestándome su apoyo y ayuda en todo momento, encargándose de todo lo que podía y dándome el ánimo y entereza necesaria para esta poco agradable situación… Gracias Amigo!

Solo finalizar diciendo que no todo lo que mal empieza bien acaba ni que todo lo que mal acaba bien empieza… desgraciadamente estas son circunstancias que alguna vez pueden ocurrir y me alegra pensar que afortunadamente me ocurrió tan cerca de la frontera y no a cientos de muchos kilómetros de ningún lugar. De ninguna manera me desalienta a futuros proyectos de viajes ya que creo que situaciones fatídicas pueden ocurrir hasta en casa sentado delante de tu ordenador y que la vida hay que vivirla sin temor y todo lo que ocurra… pues por algo será, pero el miedo hay que dejarlo siempre atrás.