Portugal, No desaparezcas. S.Santa 2010

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Puente de semana santa de 2010: esta ha sido la fecha para junto con dos amigo explorar y disfrutar un poquito más de Portugal. Por motivos varios no pude coger la semana completa para perderme toda ella y desaparecer del despropósito folclórico/católico/circo que invade las calles de Málaga, me he tenido que conformar con solo 4 días aunque como casi siempre me han llenado por completo. La idea de la ruta se componía de explorar por el norte del Algarve un espagueti de varios tracks que tenía de no se donde, junto con algún trazado a mano alzada sobre los topográficos de portugal y unirlos junto con el Costa a Costa que atraviesa todo el Algarve. Finalmente una vuelta circular “casi” perfecta de unos 700 kilómetros con todo el off-road que queramos y mas. La aventura fue compartida con Fernando que ya habíamos hablado de hacer algo en esas fechas y Luís que por fin ha saldado su deuda con Portugal. Las máquinas eran bien dispares aunque para el cometido valían todas, “casi” con la misma eficacia. En la África Fer con sus maletas para hacer el testing, en la XR alias cangrejo rojo Luís y en la XC, alias la machine, el que escribe. Además el pequeño viaje me ha servido para probar diferentes configuraciones para acarrear “la casa” en la XC y buscar el mejor compromiso para llevar todo lo que necesito y tener una conducción ágil y casi deportiva, un equilibrio difícil de conseguir que como vimos pasó su factura y lecciones, pero que mejor lugar que probar al lado de casa ¿ no ?

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JUEVES.

El jueves quedamos Fernando y yo para salir juntos de Málaga y nos encontraríamos mas adelante pasado Sevilla con Luís. Salimos muy temprano aún sin sol con la idea de quitarnos lo antes posible el trámite hasta Portugal y que cundiera lo máximo posible el mismo día para la exploración off-road. Trámite monótono y aburrido, salvo por el encuentro con Luís y alguna parada para repostar. Llegamos temprano a la frontera donde afortunadamente a los muy pocos kilómetros empezábamos a meternos en faena, ¡fantástico! Nos iniciamos con el tramo que había trazado teórico sobre el topográfico, salvo una “urbanización” con su “campo de golf” que nos mareó un poco justo al inicio todo fue sobre ruedas y nunca mejor dicho, sacamos una ruta estupenda con algún que otro paso complicado que obligó a tomar alguna alternativa a la moto de fer. Vadeos, trialeras, caminos exuberantes de vegetación… lo típico a lo que nos tenía acostumbrado Portugal :).
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El problema lo encontramos mas adelante, ya fuera del teórico y en el track que había encontrado, nos dimos cuentas que era un track muy antiguo donde algunos caminos no existían y lo peor… algo que hasta ahora apenas había visto en el algarve: multitud de fincas y caminos privados, todos con sus cancelas y cartel adjunto donde indicaban su denominación de propiedad privada. Terrible, me recuerda enormemente a España. El inicio de esta privacidad coincide con el inicio del distrito de Beja y mas terrible aún enterarse por la gente del lugar que la mayoría de toda la tierra de ese distrito pertenece solo a 5 terratenientes y estamos hablando de mas de 10000 kilómetros cuadrados.
El encuentro del día sucedió en una de dichas fincas, al inicio. Conforme nos adentramos en beja empezamos a sospechar, mucha valla que abrir y cerrar, mucho ganado, todo muy ordenadito, muchos estanques artificiales… pero aún seguíamos con el sueño de portugal en la mente hasta que nos topamos con la realidad, un guarda de la finca que nos dio el alto y nos puso al tanto de la circunstancia. Antes, nos contó, si se permitía el paso por los dominios que vigilaba pero desde hace un tiempo el dueño prohibió el paso y no quería permitir las “carreiras”. En honor a la verdad el guarda fue muy amable, nos guió para salir hasta la carretera,aun cuando no seguimos sus indicaciones iniciales para salir y nos volvimos a perder teniéndonos que encontrar una segunda vez (mas disgustado). Una pena que tan magnífico lugar, y ciertamente era espectacular, pueda ser solo saboreado por los pocos privilegiados que o bien son dueños o son de “alta alcurnia” ya que el coto es famoso entre las realezas y “grandes personajes” de toda europa (aunque tres mortales moteros pasaron y disfrutaron por un fugaz instante de ello), así revienten!
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Durante todo el este de beja la tónica fue la misma, muchos tramos los tuvimos que hacer por carretera ya que las cancelas estaban con candados pero todo camino que pudimos encontrar cuya cancela podía abrirse y cerrarse nos adentramos en él, lo peor que podría pasar es que nos echaran otra vez ¿ no ? La ayuda del gps con el mapa topográfico de portugal fue de extraordinaria ayuda para planificar sobre la marcha diferentes itinerarios. Desde aquí quiero agradecer el estupendo trabajo que están realizando los vecinos portugueses en esta tarea, GRACIAS. Así proseguimos hasta casi caída la noche donde buscamos un lugar donde poder acampar al aire libre. Nos informamos por los lugareños que tal actividad está en teoría prohibida pero que no pasaba nada si solo era una noche, y así hicimos.
La acampada fue digna de recordar por muchos aspectos: encontrar el lugar idóneo, carcajadas sobre las peculiaridades de las tiendas, cena elaborada por el chef fer con su camping gas y un frío y sobre todo humedad del carajo que nos sorprendió y nos hizo pasar alguna que otra tiritera ¿ verdad fer ? A la mañana descubrimos cuanto había sido la humedad al ver el estado de todo el material completamente mojado y empapado, hasta las motos ¡temblaban! Nos llevó un buen rato ponernos en marcha aún cuando nos levantamos temprano pero tuvimos que esperar a que la magnificencia del rey sol levantara lo suficiente como para ayudar a calentarnos y secar las tiendas y demás enseres para poder guardarlos.

VIERNES.

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Una vez conseguimos ponernos en marcha y después de un desayuno en una aldea cercana al “campismo” proseguimos con el itinerario teórico. El inicio del día fue igual que desde nos adentramos en beja, vallas y mas vallas, el ritmo era lento y cansino entre tanto abrir y cerrar aunque el paisaje privilegiado dulcificaba el esfuerzo. Nos dimos cuenta de que existe cierta rivalidad entre los lugareños y los terratenientes, sospecho que muchas veredas, cañadas y caminos de siempre pasan por las fincas privadas y existe una pugna ente mantener su uso y ser cerrados solo para unos pocos. Esta vez el paso por lugares privados sucedió sin encuentros peculiares y en ningún momento nos dieron el alto, no se si fruto de la casualidad o de ese equilibrio que existe actualmente entre pasos privados y comunes de la vecindad. Afortunadamente conforme avanzábamos hacia el oeste la cosa mejoró, empezaron a desaparecer las valla y encontrarnos con los caminos con frondosa arboleda que nos tenía acostumbrado el algarve. Pero en el cambio de escenario también nos dejó un mal sabor de boca, conforme dejábamos fincas y entrábamos en bosque en el intermedio nos topamos con maquinaria pesada arrancando árboles… nuevamente terrible, y aún peor, nos encontramos con eucaliptos que sustituían al bosque autóctono… inconscientes. Quiero pensar y deseo que la maquinaria estuviera arrancando los eucaliptos para intentar repoblar con la arboleda original, aunque me temo que me equivoco, quiero soñar. El final de la jornada suplió todo la anterior y disfrutamos de lo lindo por unos caminos de ensueño para el trail, nuevamente cortafuegos, pistas rotas, veredas, vadeos… genial. Finalmente llegamos a la costa atlántica en el atardecer donde encontramos un youth hostel donde decidimos dormir y darnos una merecida ducha.

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SABADO.

El sábado se pronosticaba como un día prometedor, bajaríamos pegados al atlántico y había altas posibilidades de encontrarnos arena, una vez cerca de Sagres enlazaríamos por el track ya conocido del costa a costa.
Los acantilados que perfilan la costa Portuguesas son dignos de enmarcar, puedes quedarte mirando hasta donde ser pierde la vista en la lejanía de las olas rompiendo contra las paredes inmutables pero esculpidas por la persistencia del mar y una vez en calma se observa la imperceptible lucha que confronta tierra y océano junto al arbitraje del siempre presente viento. Es en Carrapateira y todo el camino que la bordea donde mejor puedes pararte a disfrutar del espectáculo. Antes de llegar al pueblo disfrutamos de unos tramitos de arena que si bien Luís y yo disfrutábamos como niños, Fer con su África, alias elefante, sufría hasta la extenuación para salir de la mejor manera posible de cada tramo. Hasta nos embarramos buscando salida de la sabrosa arena. Cuando ya decidimos separarnos hasta algún lugar de carretera mas adelante coincidió que desapareció todo rastro de arena y Fer pudo continuar con nosotros, cosas del destino y fortunio para fer que le devolvería la moneda mas adelante.
Una vez pasado Carrapateira Luís y yo decidimos salirnos del track y tomar una alternativa mas divertida y así obtuvimos la recompensa de enlazar con el track pero volando sobre las crestas de las montañas en cortafuegos y trialeras. Ya reunidos con Fer proseguimos con la amenaza de lluvia y nos divertimos con una empantanada del valiente cangrejo rojo.
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Ya cerca de Sagres, repostamos y empezamos el track del costa a costa, el inicio rápido y todo bien hasta la tragedia de la África, por motivos varios partió el eje pasante inferior del amortiguador trasero, quizás la carga, quizás se aflojara una tuerca… sea como fuera la África dijo basta. Barajamos alternativas, coincidió que cerca estaba el circuito de velocidad del algarve y el amigo fer en su ilución de poder continuar la ruta pensó que allí encontraríamos algún mecánico de algún equipo que se apiadara de su desgracia. Fue un poco cómica la estampa: la áfrica tumbada panza arriba mientras que parecía destripaban sus entrañas en mitad de la entrada del circuito parando a todo vehículo que se acercaba y el guarda de la puerta con un mosqueo que se sentía a la distancia… hasta pidió refuerzos! finalmente se portó bien. El resultado como me temía y ya sabía fue llamar a la grúa pero por lo menos se intentó. Acordamos con Fer en seguir nosotros la ruta y que si el mecánico de la grúa le arreglaba el problema nos veríamos en Monchique sino ya en españa.
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Así proseguimos el camino los dos pesos pluma raudos antes de que cayera la noche y llegamos a Monchique donde buscamos una pensión para dormir y donde finalmente Fer puedo acompañarnos, el mecánico de la grúa le medio apañó el problema como para poder circular por carretera y así pasó la noche y velada con nosotros y pudo disfrutar de nuestro encuentro con Monchique.
Cerca de las 23 decidimos ir a cenar cuando nos acordamos que Portugal no es España, para lo bueno y para lo malo. Y encontrar cena a partir de esa hora lejos de las grandes ciudades resulta una tarea complicada. ¿ Y cual es la mejor manera de solucionarlo ? preguntando, nuestras pesquisas nos llevaron a un sorprendente garito donde llegamos tras subir una infinita escalera angosta entre las callejuelas. Era una mezcla de glamour, burgués, comida, bar de copas, familiar, difícil de explicar un lugar que me pareció tan especial (¿o sería el hambre ?) y que mezclaba ambientes tan dispares con una música nada comercial y de muy buena calidad donde no se permitía fumar y lo mismo te encontrabas al abuelo fumando un peta en la puerta como a una familia cenando con los hijos como a los juvenzuelos culos cagaos con incipiente acné emborrachándose e intentando ligar con el poco género femenino que participaba en la orquesta. La decoración invitaba a disfrutar y relajarte y preguntamos al barman sobre la extraña condición de las paredes. Antiguamente el garito había sido un almacén de sal, eso explicaba algunas cosas. Muy recomendable de visitar.
Finalmente al catre, alojamos a Fer en la entrada de la habitación doble con su saco y colchón inchable.
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DOMINGO.

Dormimos bien, ya se notaba el cansancio acumulado aunque las camas no eran de lo mejor. Desayunamos juntos, recogimos las motos del parking público y gratuito (increíble) del pueblo y nos despedimos de Fer que seguiría su camino por la autovía hasta casa. A nosotros nos quedaba mas de la mitad del track del costa a costa y ya salíamos tarde. Nos dispusimos a llevar un ritmo alegre, sin prisas pero sin pausas y finalmente nos vimos en tramos transitando a velocidades que mejor no mirar el marcador. Para evitar que ninguno tragara demasiado polvo comenzamos a circular en paralelo, actividad muy divertida aunque a veces peligrosa que a toda velocidad obliga a ir muy muy fino en las trazadas mas cuando el camino se hace angosto. Disfrutamos muchísimo y nos regalamos un homenaje en una venta que no recuerdo el nombre pero sin duda si el lugar donde el plato del día, “Ensopado du cordeiro” fue el perdón y olvido de la hasta ahora mala gastronomía portuguesa que nos habíamos encontrado.
Todo iba bien, hasta que también la XR dijo que ya no llevaba mas trastos. Imagino que el ritmo no le gustó y acabó partiendo la parrilla trasera como venganza a haberla sometido como a una mula de carga. Por fortuna ya estábamos terminando y nos separaban apenas 10kms del final del track. Cómo tío duro y valiente Luís dijo que para lo que queda terminábamos por cohones el track, se echó la maleta a la espalda la mochila al pecho y así continuamos el trayecto, cómico verlo circular. Éste último tramo nos deparó alguna sorpresa y casi algún mal rato, los ríos al estar mas cerca del mar iban muy crecidos y algún vadeo casi nos llevó a cambiar la moto por el buceo, nunca está el pescado vendido hasta que se llega a meta, ¡no hay que olvidarlo!
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Antes de las 19 ya habíamos terminado el track, enhorabuena, lo habíamos logrado. Lástima que Fer no lo pudiera terminar. Ahora tocaba volver a casa, todavía no estaba “el pescado vendido”. El problema que se nos planteaba era la matrícula de la moto de luís, en la ida la llevaba pegada en la maleta trasera, bien visible para contentar a los amigos de verde pero ahora en la espalda probamos a pegarla pero al poco tuvimos que quitarla y continuamos tentando a la suerte. Y nos acompañó, pasando por sevilla unos civiles en marcha le pidieron explicaciones a Luís pero creo que por la cómica situación en la que circulaba lo dejaron ir como que no se creían lo que veían y era mejor no pedir explicaciones. En ese punto nos despedimos Luís para Jerez y yo para Málaga donde moto y conductor nos exigimos el último esfuerzo para ya de noche llegar a casa habiéndole pedido a la XC todo lo que daba a velocidades algo mas que legales… que gran máquina.
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A los que hayáis leído hasta aquí gracias por compartir nuestras aventuras, un placer relatarla. Conclusiones y lecciones aprendidas varias pero me quedo como reflexión con el sabor agridulce de lo que me he encontrado al norte del Algarve y que da título al relato: Portugal, No desaparezcas, no te conviertas en otra españa cada vez mas vedada en favor de unos pocos que disfrutan de un todo donde prohibiciones y leyes coartan nuestra libertad de movimiento y donde se prefiere sancionar y eliminar antes que educar y crecer como sociedad.

Os dejo un vídeo:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=cH5kihg9Na4]

Gracias compañeros,
nos vemos en la próxima!